La Validación Emocional: Estrategias para aumentar tu bienestar y tu rendimiento académico

Quiero empezar esta sección con una pregunta. ¿Cuántas veces te han dicho lo siguiente?

• “Cálmate”

• “Ya no pienses en eso”

• “Siempre te pones así”

• "No es para tanto”

• “No llores”

• “No te preocupes”

Tal vez no lo sabías, pero estos son comentarios invalidantes.

Para poder empezar a discutir qué es la validación emocional y la principal razón por la que estás aquí leyendo este post, debemos conocer primero qué es la invalidación emocional. La invalidación tiene que ver con todos esos comentarios que enumeré antes; son formas en las que las personas nos indican que lo que estamos sintiendo no está bien, no es lo correcto o que debería cambiar. En algunas ocasiones, la invalidación puede ser más evidente como el comentario “no es para tanto”, pero en otras, puede ser más sutil, en forma de un consejo aparentemente bien intencionado, pero que, de la misma manera, nos envía el mensaje de que lo que estamos haciendo no es útil.

Entonces, como posiblemente te habrás imaginado, la validación emocional es una aceptación absoluta de los estados emocionales del otro. Debido a que la invalidación emocional puede ser también un comportamiento hacia uno mismo, en el cual no tenemos apertura sobre nuestra propia emocionalidad, la validación emocional implica, a su vez una práctica intrapersonal. En este caso, el término correcto es autovalidación emocional. Las emociones tienen una funcionalidad y una base fisiológica (sí, incluso las emociones “negativas” como la tristeza, la ira, la culpa y la frustración), y por ello, el evitar emociones, negarlas o desplazarlas solo terminará incrementando el malestar que tú o la otra persona sentían en un inicio. La investigación neurocientífica reporta que esta reacción displacentera en el cuerpo dura entre 1 minuto y un minuto y medio, asegurémonos de estar presentes ese minuto y medio.

Beneficios de la Validación Emocional

En esta imagen puedes ver todos los beneficios que puede tener el desarrollo y uso constante o frecuente de las estrategias de validación o de autovalidación emocional. Con las estrategias que te enseñaremos más adelante puedes afectar a las distintas esferas de tu vida, y ¿por qué? La respuesta es simple, las emociones son parte de quienes somos y de como nos presentamos a los demás. Es muy probable que los otros formen una percepción de ti en base a tu temperamento y en como respondes a las distintas situaciones de la vida diaria; estos aspectos son básicamente emocionales, y la percepción que tú tengas de ti mismo no está lejos de ser influenciada por los mismos.

¿Cómo Practicar la Validación y la Autovalidación?

A continuación, te daré unas cuantas recomendaciones…

Estas estrategias son solo algunas que tienen gran efectividad, pero existen otras que facilitan de igual manera el entendimiento emocional o la reducción de emociones que nos producen malestar, busca lo que se adapte a tus necesidades y a las de quienes te rodean. La validación emocional (y la autovalidación) necesita de un esfuerzo diario, pero de seguro tendrá un impacto positivo en todo lo que hagas al ser el fundamento de las habilidades blandas (ej. planeación, toma de decisiones, asertividad) que en la actualidad tienen una alta demanda.

¿Estás listo para invertir en tus emociones?

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Referencias

Cibrian-Llanderal, T., Melgarejo-Gutiérrez, M., & Hernández-Baltazar, D. (2018). Stress and Cognition: Psychological Basis and Support Resources. Health and Academic Achievement, 11.

Feldman, R. (2014). Psicología con aplicaciones de países de habla hispana. McGraw-Hill.

Quintero, P.J. (2015). Validación ¿qué es y cómo practicarla? Psyciencia

Rosenberg, J. (2016, Septiembre). The Gifted Wisdom of Unpleasant Feelings [Video]. Conferencias TED. https://www.youtube.com/watch?v=EKy19WzkPxE

Wang, N. Young, T., Wilhite, S., & Marczyk, G. (2010). Assessing students’ emotional competence in higher education. Journal of Psychoeducational Assessment XXVIII (2), 1-30.